21/8/06

Añoranza de las tardes lluviosas de invierno

Telegrafía simplista

La lluvia pone paraguas
sobre las cabezas de los ciudadanos.

Las miradas resbalan en el suelo,

ignorantes del equilibrio.

Los hilos de las conversaciones se humedecen

y quedan en las aceras sus ovillos mojados.

El telégrafo sin hilos es inútil.

La lluvia es un aparato Morse
sobre los vidrios de las ventanas:

tac, tactac, tac, tac.

El cielo y yo cambiamos noticias
por intermedio de los alambres de agua.

Alberto Hidalgo, (Perú, 1897-1967)

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