29/8/07

El teatro durante la infancia de Cervantes


"En el tiempo de este célebre español [Lope de Rueda], todos los aparatos de un autor de comedias se encerraban en un costal y se cifraban en cuatro pellicos blancos guarnecidos de guadamecí dorado y en cuatro barbas y cabelleras y cuatrocayados, poco más o menos. Las comedias eran los coloquios como églogas, entre dos o tres pastores y alguna pastora; aderezábanlas y dilatábanlas con dos o tres entremeses, ya de negra, ya de rufián, ya de bobo y ya de vizcaíno: que todas estas cuatro figuras y otras muchas hacía el tal Lope con la mayor excelencia y propiedad que pudiera imaginarse. No había en aquel tiempo tramoyas ni desafíos de moros y cristianos, a pie ni a caballo; no había figura que saliese o pareciese salir del centro de la tierra por lo hueco del teatro, al cual componían cuatro bancos en cuadro y cuatro o seis tablas encima, con que se levantaba del suelo cuatro palmos; ni menos bajaban de cielo nubes con ángeles o con almas. El adorno del teatro era una manta vieja, tirada con dos cordeles de una parte a otra, que hacía lo que llaman vestuario, detrás de la cual estan los músicos, cantando sin guitarra algún romance antiguo."


Prólogo a Ocho comedias y ocho entremeses nuevos, nunca representados, Miguel de Cervantes Saavedra.
(Ilustración: diseño de Paco Bascuñán)

7 Comments:

Blogger Fackel said...

¿Tiempos de pureza, de escasez o de maravillas? ¿Y quién dijo que para que tamaña farsa se llevara a cabo para solaz y diversión amena del vecindario se precisara la sofisticación de los tiempos que vinieron después? P.D.: eres una buceadora sorprendente (por profesión tal vez y porque tienes fe en ello, supongo)

¿Sabes? Cuando Fackel era pequeñito organizaba con varios chicos de la aldea ora un circo, ora una representación teatral breve que no se tenía casi en pie, donde lo más atractivo era su preparación durante los largos días de verano. El estreno era el remate, pero la expectación bien valía el esfuerzo lúdico. Mira por dónde ese prólogo me dice que incluso nuestra improvisación tenía lejanos antecedentes.

Gracias por deparar estas sorpresas que uno ignora (por ignorante)

15:17  
Blogger pies diminutos said...

Fackel, me alegra que te haya gustado este fragmento cervantino, hace un par de cursos me dediqué a investigar los orígenes del teatro profesional español y mi trabajo partía de este párrafo de los "Entremeses" de Cervantes y de otro fragmento de "El viaje entretenido" de Rojas Villandrando.

Me parecía muy interesante partir de un recuerdo de infancia de nuestro universal escritor, porque el valor testimonial era inestimable y porque daba breve y fidedigna cuenta de una época un tanto desconocida de nuestro teatro, pues poseemos pocos documentos de finales del XV y principios de XVI sobre el tema (al contrario que sobre el teatro de los Siglos de Oro, mucho más estudiado y documentado).

La cuestión es que este fragmentito nos presenta un modo de hacer teatro tan alejado al de hoy en día que hasta nos hace sonreír por lo ingenuo, pero ahí estaba el germen que dió sus posteriores frutos, Lope de Vega, Calderón, Moratín, Ramón de la Cruz, Lorca o Buero Vallejo, autores tan distintos han de ver su nacimiento como profesionales de la dramaturgia en estos "don nadies" que pasaban hambre y frío de pueblo en pueblo y que muchas veces trabajaban sólo por un plato caliente y un establo donde dejarse caer (vamos, una vida muy similar a los divos del cine en la actualidad...). Es la época de los autores-actores, creaban la obra, la escenificaban y representaban su papel, unos artistas totales, de los que apenas nos queda noticia. A cuestas sólo llevaban su imaginación y su pasión por algo que aún no sabían en que iba a parar pero que veían gustaba mucho a las gentes.


Sin duda, un momento emocionante de la historia española del teatro que he querido compartir con vosotros.


Y sí, es muy curioso y muy significativo, el teatro nace en las mismas condiciones que un grupo de aficionados de hoy en día pueda concebir para su teatro del pueblo o del barrio, tal y como tú nos cuentas, Fackel.

Un abrazo teatral!

05:04  
Blogger VANESOLO said...

Me suena próximo, participo con un grupillo en clases de comedia del arte y el encanto que nos tiene enganchados a todos se transmite en este fragamento.

Ahora voy a echar una visual a los post anteriores que yo también he estado algo ausente y no sabía que habías vuelto ya. Qué bien!

09:40  
Anonymous Anónimo said...

Gracias por esta entrada tan especial,lo autentico no necesita más abalorios que una manta vieja para crear esa magia en la que me has envuelto,hace tanto tiempo que no veo algo tan especial...

01:27  
Blogger pies diminutos said...

Vanesolo, eres otro ejemplo de permanencia del teatro rudimentario, sencillo pero auténtico, debe ser un placer asistir a vuestras representaciones! Y encima comedia del arte, qué me encanta!

Mi Lord, qué bien que te ha llegado tan adentro esta entrada! Me encanta tenerte siempre merodeando por aquí!

05:40  
Blogger el llamado perdido said...

hey!
ne gustan algunos de tus posts bastante. En especial el de Milan Kundera y aquel en que aparece un texto que hace alusión a Man Ray.
Te visitaré más a menudo.
Un saludo.

02:07  
Blogger memento said...

Muchas gracias, pies. Me ha encantado el texto, que no conocía.

15:06  

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