25/8/06

V de vida


¿Qué pasaría si en un futuro no muy lejano estuviéramos de nuevo bajo un régimen dictatorial?, ¿creemos que por haber logrado una democracia estable estamos completamente fuera de peligro de cualquier totalitarismo?, ¿qué sucedería si una serie de causas condujeran a un país como Inglaterra a erigirse como modelo de un estado autoritario en el siglo XXI?

La película "V de Vendetta"(James McTeigue), basada en el cómic homónimo, recrea para los espectadores la ilusión fatal de esta última posibilidad, la de una Inglaterra bajo el mandato de un “líder” muy semejante al führer alemán de 1933. El fascista de la película ha conseguido el poder mediante la manipulación y la mentira, gracias a un plan terrible perfectamente urdido: su propio partido realiza un ataque bactericida sobre la población civil que causa miles de muertos y una ola de terror sin precedentes; por supuesto, la culpabilidad es achacada a terroristas islámicos y “casualmente”, el antídoto para un posible nuevo ataque sólo lo posee el partido ultraconservador.

Una vez conseguido el poder, todas las típicas características de un régimen totalitario se suceden. En la película se nos muestra desde el toque de queda a las once de la noche hasta la imposibilidad de poseer un Corán en casa. Existirán listas negras para obras de arte o piezas musicales, y se creará una especie de policía del régimen llamada “Dedos”, que recuerda a las SS hitlerianas por tomarse la justicia a su modo. Los medios de comunicación serán el instrumento perfecto para penetrar en las conciencias de la población mediante frases vacuas (“Inglaterra prevalecerá”) y presentar una realidad trasformada al gusto del “líder”. Se perseguirá a los homosexuales o los activistas por la justicia social, siendo posteriormente torturados y utilizados para experimentos médicos. Las imágenes de sus cuerpos hacinados en un gran agujero no pueden dejar de remitirnos a las archiconocidas de los muertos judíos en campos de concentración durante la dictadura de Hitler.

En este contexto aparece la figura enmascarada de “V”, más que un ser humano, un símbolo de la necesidad de venganza y libertad de toda la población oprimida. Gracias a sus acciones en contra del sistema, todo el mundo va tomando conciencia de la farsa montada por el “líder” y sus secuaces y, poco a poco, van perdiendo el miedo a rebelarse, de manera que, al final de la película, toda la población en masa es capaz de enfrentarse con el sistema y colaborar con “V” para derrocarlo.

“V” desempeña el papel del libertador, capaz de dar su propia vida en el empeño de mejorar la de los demás. El extraño enmascarado consigue demostrar a su amiga y co-protagonista del film, Eveh, que lo único que realmente posee un ser humano es su vida y que merece la pena sentirnos dueños de ella y consagrarla a la causa en la que creemos.

3 Comments:

Blogger sfer said...

¿El fin justifica los medios? Lo interesante de V (película y cómic), y que creo que no debemos olvidar en ningún momento al hablar de ambos textos, es que el protagonista busca, al fin y al cabo, la venganza personal. Es, de hecho, la ambigüedad de esta figura lo que la hace interesante. Ensalcemos las, digamos, consecuencias de sus actos (el despertar de una sociedad oprimida), pero no nos olvidemos de sus causas: el mismo título habla de ellas.

06:28  
Blogger Alicia Liddell said...

No he podido verla. Cada vez que me la bajo de emule resulta que es una porno.

15:51  
Anonymous Anónimo said...

Una interesante reflexión, Sfer. La película es de las que aúnan un sustrato filosófico-reflexivo y una interesante y trepidante trama. Una joya del cine de principios de siglo.
Sfer, ¿el fin justifica los medios?.

10:45  

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