15/11/06

Víctima de su propia moral



El ángel azul
Joseph Von Stemberg
Basada en Professor Unrat de Henrich Mann
El profesor Unrat recorre las angostas callejuelas que conducen al local de variedades preferido por sus alumnos del gymnasium, “El ángel azul”. Su objetivo es realizar una perfecta emboscada, pillarlos in fraganti ante el espectáculo deshonroso que se ofrece en ese tipo de ambientes, espectáculos de una inmoralidad apabullante para la puritana conciencia del maestro. Esa misma mañana, había sorprendido a sus alumnos deleitándose con la fotografía de una mujer de vida licenciosa y cual será la sorpresa cuando, persiguiendo a los muchachos, se encuentre ante ella en su camerino. A partir de ese momento la apacible y discreta vida del profesor se transformará hasta dar un perfecto vuelco.
Una joven Marlene Dietrich en el papel de Lola, la actriz de cabaré que lleva de cabeza a los alumnos del liceo, logra enamorar al austero profesor Unrat, el cual cae a sus pies olvidando sus principios morales y su posición social. Las consecuencias no se hacen esperar, los jóvenes discípulos, en clara venganza, dan a conocer escandalosamente la relación que une a la artista con el maestro. El director del instituto, comprometido con los valores morales imperantes, no duda en expulsar al pobre enamorado, que se ve en la obligación de trabajar en la farándula, tras convertirse en el esposo de la bailarina y cantante. El descenso social acompaña la desacreditación personal de Unrat que pasa a ser uno más de la compañía y a ser tratado de forma denigrante por el director que la conduce.
Un profesor desgreñado, sucio y adicto al alcohol es el que regresa a su localidad tras varios años para volver a representar en el local que le llevó a la perdición, “El ángel azul”. Lola parece cansada del fracasado de su marido, al que ya no prodiga cariños y zalamerías, sino improperios y malos gestos. Ante la obligación de tener que salir a escena y verse rodeado de la gente que, en parte, participo de su descenso a los infiernos, el angustiado ex profesor tiembla, cree que no podrá soportar tanta presión. Y, efectivamente, Unrat descarga toda su ira contenida hacia la sociedad que le ha condenado a la marginación mediante un ataque violento a su mujer. La desesperación ha llegado a su máximo nivel.
La última escena nos lleva a reflexionar sobre como una sociedad, escudándose en unos supuestos inquebrantables valores, puede generar tanta incomprensión hacia aquel que los traspasa. Unrat vuelve de noche al liceo y se deja morir sobre su antigua mesa, desde donde impartía sus lecciones de moral a los alumnos, lecciones que se volvieron en su contra. La paradoja es evidente, el propio Unrat luchaba para que esos valores morales estuviesen siempre presentes, como dedos acusadores, en la vida de sus alumnos. Una vez inmerso en la marginación social, el protagonista entiende el sinsentido de tales principios, y se convertirá en detractor del orden burgués que antes promulgaba.
Al mismo tiempo, esta escena final de la película parece querer decirnos que el protagonista, realmente, nunca había querido dejar de ser profesor, pues éste era su oficio y le gustaba. Resulta muy triste que por el hecho de enamorarse y casarse con una artista, Unrat tuviera que renunciar a dar clases (circunstancia que hoy en día nos choca pues en la actualidad algo así no podría o no debería pasar). De hecho, tanto en la película como la novela en la que se basa, se pretende transmitir la necesidad de unos principios sociales más abiertos, más libres, lejos del corsé aprisionador burgués que a tantos adeptos les ha acabado haciendo la vida imposible.

15 Comments:

Blogger Luis Rivera said...

Pies diminutos, la historia de la degradacioón, es decir, de la caida desde un lugar más alto, es eterna y siempre demoledora. Por una mujer, (no escribo "por el amor", sino por una mujer) es uno de los temas en los que literariamente, el ser humano aparece con una mayor descarnadura. O a la inversa. Es la historia fatal de Ana Karenina, o de Madame Bovary. En los 3 casos hablamos de gente honrada, un profesor moralmente burgués, una condesa, una burguesa esposa de un comerciante.
Siempre hay en estas historias dos visiones: la caida (Madame Bovary soy yo, dijo Flaubert) y la regeneración fatal: Ana Karenina bajo el tren, Umrat en su vieja mesa de profesor.
Y en este último caso de degradación, con el imaginanrio del Angel Azul, conviene no olvidar que el nazismo emergía como hijo de un romanticismo bastardo.
A mi, esa pelígula, con sus brumas, humos y blancos y negros desvaidos, me parece bellísima.
Otra cosa es hablar del imaginario de Marlene.

12:29  
Anonymous Anónimo said...

Sociedades que no toleran valores contrarios a sus principios morales... Este artículo tiene una clara y reciente "percha" informativa: la cumbre de la Alianza de Civilizaciones celebrada en Turquía el lunes. Y como trasfondo, la posible entrada de Turquía a la UE. Mucha gente teme que la incorporación del país MUSULMÁN pueda "descafeinar" los cristianos valores europeos. ¿Pureza cultural o Multiculturalismo?
Es el debate que suscita la candidatura de Turquía.
Yo soy partidario de la incorporación, consciente de los peligros que entraña (fronteras inestables, disolución de la unión política en beneficio de la unión económico-financiera, dificultad de integración de los turcos y distanciamiento de los viejos europeos con el proyecto comunitario...), pero convencido de las enormes ventajas que puede acompañar (democratización del mundo árabe, ampliación del mercado europeo, mayor multiculturalismo...).
Un abrazo y felicidades por tocar sutilmente un tema tan actual y relevante y a la vez intemporal.

15:12  
Anonymous Anónimo said...

Tus comentarios son muy sugerentes por lo general, no se limitan a la simple 'glosa' epidérmica, pero éste me parece especialmente 'nutricio'. Enhorabuena. Besos.

15:57  
Blogger Carlos (Sr. Chow) said...

Tengo que felicitarte por conocer, además, grandes obras del cine clásico. ¡No se te escapa nada!

Sin embargo, hay una cosa que no me ha gustado... ¡que cuentes el final! Pero bueno, cada uno con sus principios. :)

12:01  
Blogger pies diminutos said...

Sí que es bella esta película, Luis, a mí su estética me encandila. Ese cabaret es el prototipo de "cabaret" que tengo en mi cabeza cuando pienso en esa palabra.
Pues muy buena tu idea del incipiente nazismo y como siempre, gracias por tu espléndido comentario y por relacionar esta obra con esas dos grandes cumbres de la narrativa. (Aunque Madame me aburra solemnemente).

¿Sabes lo que estoy pensando? Que al final se trata de una historia de desencanto, de desengaño. Unrat deposita todo su amor y esperanzas en alguien y en una vida con ese "alguien" que sale fatal. Seguramente no le hubiese importado degradarse si el final hubiese sido "feliz". Pero la inevitable caída de su reputación y de su nivel de vida, lejos de ser dulce y blanda, es durísima. Sufre tal desencanto que nada tiene ya sentido. Su vida anterior es irrecuperable y la actual, tras tanto esfuerzo, no ha merecido la pena. Adiós, estúpida existencia.

Gracias Paco, me alegro de que mi artículo te haya suscitado tantas reflexiones y, además, relacionadas con la actualidad internacional. Un saludo y besos!

Juan, entonces espero haberte "alimentado" suficiente, me alegro de que te guste, un abrazo!

Carlos, gracias por tus palabras, siento mucho lo del final de la peli, :-( Me he permitido el exceso por tratarse de cine clásico que anda ya mucho tiempo por el mundo... y además, porque lo que trataba de explicar no se entendía sin aludir al final, con la escena más clarividente de toda la película. En fin, de todos modos te la recomiendo, quizá conociendo el desenlace y su significado sea provechoso verla ahora, no sé... besos!!

07:55  
Blogger Clarice Baricco said...

Qué agradable es leerte en otros puntos.

Este texto se lo paso a mi cineasta particular.

Besos

10:54  
Blogger Luis Rivera said...

Es que Pies Diminutos, lo que Umrat pretende es apropiarse de una imagen que le saque de un mundo agobiante. Se siente, vanidosamente, importante, cuando ella le acepta.
La ama, es una película de amor, porque él la ama sintiendo que solamente ella le salvará de otra vida.
Lo básico en el amor desesperado, amduro, vampirizante, es tratar de recuperar la esencia. Es un amor traidor porque él espera mucho más de lo que ella puede darle. Es faústico.
En la degradación, cuando ella empieza a odiarle, en su mantenerse allí, encuentra la regeneración: el pecado y el autocastigo, la salvación. Y la penitencia es la muerte en el aula.
El guión, aún sin intentarlo, está lleno de un imaginanrio cristiano que se derrumbaba.

12:11  
Blogger pies diminutos said...

Sigue impresionándome tu lectura del film! Y me gusta este diálogo contigo.

¿Crees que él huye deliberadamente de un mundo que le agobiaba? Yo creo que no. Unrat creía firmemente en los principios que trataba de inculcar a sus muchachos, no hay duda respecto a esto. ¿Era feliz? Probablemente no demasiado, pero tampoco se lo cuestionaba, su vida rodaba rutinariamente, escorado en su moralidad intachable, y su visita al Angel Azul no nace de su voluntad de evasión, sino de su recios principios para con los alumnos: debía sacarlos de ese ambiente licencioso.

Por otro lado, él el ningún momento busca conocer personalmente a Lola, una serie de peripecias le llevan a ello y cuando la tiene delante no se relame los labios ni tampoco piensa "esta mujer es mi antídoto contra la opresión social, mi vía de escape", simplemente alucina como un chaval inexperto e inocente ante una mujer de armas tomar. Y su primera reacción es irse de allí, tiene miedo, no sabe como enfrentarse a tal hembra, su actitud es muy "virginal".

Pero poco a poco Unrat va siendo seducido por la desconocido, por el amor, sí en definitiva. Porque en eso estamos muy de acuerdo, él ama sinceramente, de corazón, a Lola. Pero no por lo que ella supone de salvación, de evasión de ese mundo burgués opresor, por lo menos no al principio, cuando él no sabe ni siquiera si se está enamorando o qué. Yo creo que la quiere como un simple enamorado primerizo adora a su chica. Me parece que todo es menos medido y calculado en Unrat, creo que hay mucho de inocente e ingenuo en su comportamiento. Y por eso mismo nos da tantísima pena verlo desengañado, hundido en la miseria y abandonado de lo único que lo hacía fuerte contra el mundo constreñidor: el amor.

Sí, Unrat es traicionado, pero precisamente su inexperiencia amorosa tiene parte de culpa en esa traición que le juegan. Si se hubiese movido más por los ambientes de burdeles y cabarets, si hubiese tenido amantes a escondidas desde joven, Unrat no hubiese padecido tal batacazo sentimental, hubiese sido menos visceral, más inteligente y hubiese mantenido un idilio rápido con Lola. No se hubiera enamorado hasta la médula. O sea, que en esa sociedad era mejor tener amantes en prostíbulos y esconderlo a la familia y al jefe, que pura y simplemente AMAR. Qué triste!!

Donde ya me dejas un poco sin palabras es con tu idea de la penitencia y la regeneración... vamos, que me parece muy sugerente y no me veo capaz de rebatirtela. Reflexionaré sobre ello la próxima vez que la vea! :-)

Un abrazo muy fuerte y gracias por estar ahí!!!

12:45  
Anonymous Anónimo said...

Claro, tienes toda la razón en tu lectura que yo creo que es paralela a la mía, esta más despiadada.
Cuando dices que se enamora como un chico, es exacto, con el ansia de un chico. Todo el comedimiento de Unrat, su distanciamiento severo de los acontecimientos es la moral burguesa, la buena educación. Salta por los aires por dentro, al conocer a Lola, y le da las razones que justificann romper con todo. Lola se convierte en "el oscuro objeto del deseo", por si misma o por las represiones de Unrat.
Que bien dices lo de que mejor le iría de acudir a cabarets o prostíbulos, que eran la salida natural en esa sociedad.
Un hombre de moral puritana y burguesa no tiene defensa frente a una Lola. Basta que ella le diga una palabra cualquiera, dirigida a él, para que la necesite con ansia.
De aquí a abandonar todo y a asirse a la felicidad, que como toda felicidad dura lo que dura y poco más. Unrat cambia la tranquilidad burguesa por las inquietudes peligrosas de la pasión "descarriada".
Acabará recordando los días hermosos en que no se sentía miserable, y si un triunfador.

Tu lectura de la película es correcta, y probablemente la mia, que insisto, es paralela, también. pero ello, por una razón fundamental. Poco de lo que tu y yo nos escribimos está en la película: está en nuestra interpretación, que es lo que la hace más fascinante todavía, el que podamos interpretarla en términos morales, históricos y que se yoi cuantas cosas más. El director de El Angel Azul nunca pretendió tanto, pero tenúa suficiente clichés en su retina, para exponer una historia de amor y degradación en els eno de una sociedad de la que él sabía bastante.

02:18  
Anonymous Anónimo said...

Las gracias te las doy yo por este blog, que es un auténtico estímulo intelectual.

02:19  
Blogger pies diminutos said...

Muchas gracias por contestar, ha sido un placer este intercambio contigo, de verdad!
Tienes razón, se trata de nuestra interpretación, de las ideas que nos sugiere la película tras ser vista... y supongo que ese poso de reflexión que tenemos es gracias a que se trata de una gran obra del cine clásico. Quizá eso sea el buen cine, el que permite lecturas y más lectura y de todo tipo... pero también la buena literatura, etc.

En fin, espero seguir siendo un pequeño estímulo para tu gran sabiduría. Abrazo!

03:16  
Blogger memento said...

Para mí Marlene es la mujer fatal por excelencia. ¡Sería mi perdición!

13:58  
Blogger desconvencida said...

Hace años que no veo esta película, pies diminutos, me han entrado ganas de verla pronto leyendo todo esto!

15:07  
Blogger desconvencida said...

Hace años que no veo esta película, pies diminutos, me han entrado ganas de verla pronto leyendo todo esto!

15:07  
Blogger pies diminutos said...

Hola Desconvencida!
Pues venga, a ver la peli, y veremos si te animas en tu blog a hacer uno de tus estupendos análisis fílmicos!

04:08  

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