Misoginia

Encuentro este fragmento en una novela argentina escrita en 1885. Se trata de un texto que se inscribe en la corriente del Naturalismo literario y que tiene como argumento la trágica historia de un joven estanciero enfermo de neurastenia y hastiado de la vida y los placeres. Después de dejar embarazada a una adolescente que trabaja en su finca, se hace cargo de la recién nacida tras la muerte en el parto de la joven madre. El padre sufre al imaginar cuál será la vida futura de su hija por haber nacido, precisamente, marcada con un sexo al que él considera... En fin, mejor leer el fragmento. Despierta incredulidad y repugnancia por partes iguales.
"¿ (...) por qué hacerla igual al hombre, por qué atribuirle derechos que no era apta a ejercitar, por qué imponerle obligaciones cuya carga la agobiaban?
La limitación estrecha de sus facultades, los escasos alcances de sus inteligencia incapaz de penetrar en el dominio profundo de la ciencia, rebelde a las concepciones sublimes de las artes, la pobreza de su ser moral, refractario a todas las altas nociones de justicia y de deber, el aspecto mismo de su cuerpo, su falta de nervio y de vigor, la molicie de sus formas, la delicadeza de su líneas, la suavidad de su piel, la morbidez de su carne, ¿no revelaban claramente su destino, la misión que la naturaleza le había dado, no estaban diciendo a gritos que era un ser consagrado al amor esencialmente, casi un simple instrumento de placer, creado en vista de la propagación sucesiva y creciente de la especie?
¡Ah!, cuánto más sensatos y más sabios eran los pueblo del Oriente, cuánto mejor, más llevadera la suerte de la mujer bajo esas leyes, traducción fiel de las leyes naturales!
La limitación estrecha de sus facultades, los escasos alcances de sus inteligencia incapaz de penetrar en el dominio profundo de la ciencia, rebelde a las concepciones sublimes de las artes, la pobreza de su ser moral, refractario a todas las altas nociones de justicia y de deber, el aspecto mismo de su cuerpo, su falta de nervio y de vigor, la molicie de sus formas, la delicadeza de su líneas, la suavidad de su piel, la morbidez de su carne, ¿no revelaban claramente su destino, la misión que la naturaleza le había dado, no estaban diciendo a gritos que era un ser consagrado al amor esencialmente, casi un simple instrumento de placer, creado en vista de la propagación sucesiva y creciente de la especie?
¡Ah!, cuánto más sensatos y más sabios eran los pueblo del Oriente, cuánto mejor, más llevadera la suerte de la mujer bajo esas leyes, traducción fiel de las leyes naturales!
Libres de la carga de su propia libertad, sometidas al hombre ciegamente, dedicadas sólo a la crianza de sus hijos, a las tareas familiares del hogar, su intervención en las cosas del mundo no llegaba más allá, su vida entera se concretaba al espacio encerrado entre los muros impenetrables del harén y por eso precisamente eras menos desgraciadas, hallaban cómo cumplir su destino único en la tierra, tenían un dueño, un amo, un señor encargado de velar por ellas, dispuesto siempre a protegerlas."
Sin rumbo
Eugenio Cambaceres