31/10/06

Pudor

Las mujeres de Schiele son, por definición, impúdicas.

¿Son eróticas? Ciertamente son desvergonzadas, nos muestran sin titubeos, casi por dejadez, sus pubis negros.

Pero detrás de esa pose indiferente, vacía, o de una posible actitud juguetona, se esconde, probablemente, la tristeza, el desamparo. Tratan de ser indecentes, tratan de aparentar naturalidad, pero están pendientes de quien las mira, y les delatan los brazos cruzados ante el pecho, ese modo de ladear la cabeza, de no mirar de frente.


Quizá no les guste sentirse muñecas de trapo, simples cuerpos con medias oscuras. Quizá desearían hablar y pese a que el artista se empeña en indefinir sus pupilas, sus manos parecen querer contarnos una historia.


Si sus rojas bocas musitaran palabras, nos hablarían de Egon y sus manías, de esa fijación en posar desnudas con zapatos, del frío que se trasmite a sus huesos desde el suelo, del hambre a altas horas de la madrugada, de la soledad...



30/10/06

Lo siniestro


Freud nombra con el término “siniestro” (Unheimlich) el espanto que afecta a las cosas conocidas y familiares, el hecho de que esas cosas familiares de repente nos resulten extrañas y ajenas. La cuestión es que lo extraño se encuentra encriptado en lo conocido y en un momento determinado se nos revela.
Manifestaciones de lo siniestro las hallamos en el tema del doble, en la sensación de inermidad de algunos estados oníricos, en el retorno involuntario a un mismo lugar, en las creencias en el mal de ojo, en el animismo, en el retorno de los muertos, en los miembros corporales que, separados del cuerpo, adquieren vida propia. Estos temas y referentes fueron potenciados por la literatura romántica del XIX. El texto que le sirve a Freud como punto de partida para formular este concepto es el cuento de E. T. A. Hoffmann, “El hombre de arena”.
(Finalmente, mi trabajo versará sobre los cuentos fantáticos de este alemán)
(La imagen es una pintura de Magritte)

29/10/06

Las damas de Alphonse Mucha (1860-1939)






27/10/06

Help


Van a ayudarme ustedes en la elección de una novela escrita en lengua extranjera perteneciente al siglo XIX (aunque las tres primeras son del XVIII). Debo hacer un trabajo sobre una de todas las que figuran en la lista de más abajo y ando un poco preocupada porque mi indecisión me impide reflexionar con claridad: no soy capaz de decantarme por ninguna. Conocer diferentes puntos de vista y la experiencia o gustos de otros lectores me sirvirá de gran ayuda, ¿cuál eligirían ustedes y por qué? Se admiten propuestas que no aparecen en la lista, con la condición de que se trate de novelas un tanto peculiares, no las típicas. ¡Gracias a todos!


J.J. Rousseau, Emilio o de la educación (1762)
W. Goethe, Los sufrimientos del joven Werther (1774)
J.J. Rousseau, Confesiones (1782)
G. Gordon, Lord Byron, Lara (1814)
W. Scott, Rob Roy (1818).
W. Scott, Ivanhoe (1819).
G. Gordon, Lord Byron, Don Juan (1819)
A. Manzoni, Los novios (1827; 1842)
H. de Balzac, Los Chouans (1829)
V. Hugo, Nuestra Señora de París (1831).
H. de Balzac, La piel de zapa (1831)
H. de Balzac, La obra maestra desconocida (1831)
E.A. Poe, Cuentos extraordinarios. Nuevos cuentos extraordinarios (1832-1849)
H. de Balzac, Eugenia Grandet (1833)
H. de Balzac, Papá Goriot (1835)
H. de Balzac, El lirio en el valle (1835)
A. De Musset, Las confesiones de un hijo del siglo (1835)
Ch. Dickens, Oliver Twist (1837-1838)
H. de Balzac, Las ilusiones perdidas (1837-1843)
H. Beyle, “Sthendal”, La cartuja de Parma (1839)
E. Sué, Los misterios de París (1842)
F.M. Dostoyevski, El doble (1846).
Emily Brontë, Cumbres borrascosas (1847)
F. R. de Chateaubriand, Memorias de ultratumba (1848-1850 post). Selección en Alianza Editorial.
Ch. Dickens, David Copperfield (1849-1850)
N. Hawthorne, La letra escarlata (1850)
Ch. Dickens, Tiempos difíciles (1854).
Ch. Dickens, Grandes expectativas (1860-1861).
F.M. Dostoyevski, Memoria de la casa de los muertos (1862).
V. Hugo, Los miserables (1862).
G. Flaubert, Salambó (1862)
L.N. Tolstoi, Guerra y paz (1863-1869)
F.M. Dostoyevski, Apuntes del subsuelo (1864)
E. Y J. Goncourt, Germina Lacerteux (1865)
F.M. Dostoyevski, Crimen y castigo (1866)
E. Zola, Teresa Raquin (1867)
G. Flaubert, La educación sentimental (1869)
F.M. Dostoyevski, El príncipe idiota (1869)
Mary Ann Evans, “George Eliot”, Middlemarch (1872).
G. Flaubert, La tentación de San Antonio (1874)
E. Zola, El vientre de París (1874)
J. Barbey d’Aurevilly, Las diabólicas (1874).
E. Zola, La conquista de Plassans (1875).
L.N. Tolstoi, Ana Karenina (1877)
E. Zola, La taberna (1877)
E. Zola, Nana (1879).
F.M. Dostoyevski, Los hermanos Karamazov (1880).
G. Verga, Los Malasangre (1881).
T. Fontane, La adúltera (1882)
J.K.Huysmans, Al revés (1884)
E. Zola, Germinal (1885)
G. de Maupassant, Bel-Ami (1885)
L.N. Tolstoi, La muerte de Ivan Ilich (1886)
L.N. Tolstoi, La sonata a Kreutzer (1889)
P. Bourget, El discípulo (1889).
T. Fontane, Effie Briest (1893).
H. James, The Two Magics, que incluye, entre otros, “Otra vuelta de tuerca” (1898)
O. Mirbeau, El jardín de los suplicios (1899).
L.N. Tolstoi, Resurrección (1899)

(En la imagen, Chateaubriand, el causante de todos los suspiros de las mujeres románticas)

24/10/06

Miradas


LA MIRADA DEL PERRO

De pronto, trabajando, comiendo, paseando, me encuentro la mirada del perro.
Me interrumpe como dos hojas de árbol dentro de una herida,
como llanto infantil de alma que nunca ha sido pisada todavía
o esa vieja mujer que friega, en cambio, el suelo, de rodillas.
De no saber qué hacer resignada, y huidiza,
y suplicante -de no saber que permanece en su orilla-,
me deja interrumpido como pequeña iglesia románica en un pueblo
o esa peña y sus grietas a un lado del atajo, mientras sigo subiendo.
(Me deja entre mis libros de elemental e ingreso,
naturalmente, estudiosamente unido a Dios en el tiempo
de la imaginación que aún mezcla sus leyendas de Bécquer con insectos).
O me atraviesa con su temor de criatura confiada y su exceso
de alegría por mí (que soy un poco duro y no me la merezco).
La mirada del perro.

Luis Felipe Vivanco

22/10/06

Man Ray, Jordi Socias, Marc Riboud... FOTOGRAFÍA

El pasado día 18 se inauguraron tres magníficas exposiciones de fotografía en el MuVIM o Museu Valencià de la Il·ustració i de la Modernitat. Recomendables al cien por cien, voy a comentaros brevemente cada una de ellas:

MAN RAY, "Luces y sueños"
La selección de obras de este mago de la imagen (la de arriba es suya) abarca distintas temáticas así como técnicas fotográficas, de modo que la exposición está dividida en varias áreas:
Amigos (donde podemos ver a un joven Picasso o al poeta que supo trascender más allá de las vanguardias, Paul Eluard), Retratos y autorretratos, Ady Fidelin (su musa exótica en bellos posados eróticos), Man Ray y Marcel Duchamp, Objetos y Rayogramas (una de mis favoritas, hay que ver como este señor eleva el más mísero objeto a la calidad de arte supremo), Juegos de ajedrez, La moda, Imaginarios dadá y surrealista y Artes primitivos.
En total, 85 obras: 82 fotografías, 2 objetos y la proyección de los fotogramas inéditos de un proyecto de película en colaboración con Duchamp. Añádasele un espléndido catálogo de envidiable diseño y tendrán ante usted una de las mejores exposiciones de este arte que he tenido ante mis ojos.

JORDI SOCIAS, "Maremàgnum"
Fotografía dedicada, sobre todo, a los personajes de la vida pública española desde la época de la Transición pero también a los momentos más relevantes de nuestra historia más reciente. Un artista autodidacta, especialista en el retrato y amante del naturalismo desde una óptica cosmopolita.
MARC RIBUOD, "China en blanco y negro"
Copio textualmente las palabras de este autor:
"Estas fotografías son mis notas de viaje. Pretenden ser observaciones más que análisis o juicios (...). Si bien es cierto que el fotógrafo puede mostrar el mundo, especialmente cuando está en un proceso de cambio, es muy difícil retratar un China que se mueve tan rápido (...). A los chinos les gusta compararse con el bambú que se dobla sin romprse. Les he visto doblarse ante la dureza de Mao que quería liberarles para siempre de las desigualdades. Hoy se les ve llevados por una nueva ola, la del dinero rey, el comercio y el juego, en el cual siempre han destacado (...).
Estos superdotados del capitalismo han conseguido un prodigioso boom económico que fascina nuestro viejo mundo y permite a la multitud china ascender por las montañas sagradas del consumismo (...). Ese Oriente que admiramos por la permanencia de las cosas y de su espíritu, está mutando bruscamente hacia un Occidente llevado al extremo."

20/10/06

"El amor del ruiseñor", Teatro Rialto, València


“Tales palabras despiertan la ira del cruel tirano, y un miedo no inferior a su ira. Infundado por ambos saca de la funda la espada que llevaba al costado, y agarrando a la muchacha por el pelo le dobla los brazos tras la espalda y la encadena por la fuerza. Filomela le presenta su garganta, pues al ver la espada a concebido la esperanza de morir: pero él apresa con unas tenazas su lengua, que pronuncia palabras indignadas, que no deja de invocar el nombre de su padre, que lucha por hablar y se la corta con un hierro cruel. La raíz de la lengua palpita en el fondo, mientras la punta cae y murmura convulsa sobre el suelo ennegrecido, y como suele saltar la cola de una lagartija se agita y busca en su agonía la horma de su dueña.”

Metamorfosis, Ovidio

“¿Dónde están las palabras?” pregunta Progne a las taciturnas y misteriosas mujeres tracianas que la acompañan en sus interminables horas de nostalgia y soledad. Progne, hija del rey de Atenas, se ha casado con el rey de Tracia, Tereo, un hombre bélico y seco. Progne echa de menos las largas conversaciones con su inteligente y joven hermana Filomela, por eso pide a su marido que la traiga de visita desde Atenas a su nueva hogar de casada. Tereo arde en amores por Filomela cuando por fin la conoce y los dioses no pueden evitar que, durante el viaje, la viole para deshonra de la muchacha. Cuando Filomela proclama su deseo de dar a conocer a todo el pueblo de Tracia el tipo de degenerado que lo conduce, se produce la escena que leemos en el fragmento de Ovidio.

Si Progne buscaba las palabras para el consuelo y el entretenimiento, su hermana pequeña se preguntará dónde están las palabras para la denuncia y la justicia. Filomela es el ruiseñor al que le cortan la lengua para que no cante las maldades y abusos del poder. “El amor del ruiseñor” es una apología de la palabra, de la necesidad de usarla, de su papel como arma ante las injusticias, porque las palabras son el último recurso que nos queda cuando lo demás está perdido. Contar una injusticia parece redimirnos de su efecto, es un modo de liberación. Los atenienses nos legaron la filosofía y con ella el arte del diálogo, la dialéctica. Hablar es el camino para entender y juzgar. Los actos violentos de las guerras de los tracianos son el otro extremo de la cuerda de lo humano, el extremo de la sinrazón y de la carencia de las palabras.

El mito de Progne, Tereo y Filomela no tiene final. Los tres se convierten en pájaros: golondrina, abubilla y ruiseñor. Pero los dioses conceden a Filomela la posibilidad del canto infinito, ese gorjeo que mantenga despiertos a los hombres ante las injusticias.
(La obra que ilustra este post es de Gerardo Rueda)

17/10/06

La cárcel es una fábrica de relatos


“La cárcel es una fábrica de relatos . Todos cuentan, una y otra vez, las mismas historias. Lo que han hecho antes, pero sobre todo lo que van a hacer. Se escuchan unos a otros, compasivamente. Lo que importa es narrar, no importa si la historia no le interesa a nadie. Lo contrario del arte de la novela, que se funda en la ilusión de convertir a los lectores en adictos.

Los relatos de la cárcel se parecen al relato de los sueños que la gente suele hacer al despertar. El relato de los sueños sólo le interesa a quien lo cuenta.(...)

Habría que estar afuera del mundo de la cárcel, dice Steve, para interesarse en el relato de los presos. Pero justamente esos relatos están destinados a los otros que comparten la prisión. También en eso se diferencian del arte de la novela: las historias personales sólo se deben contar a los extraños y a los desconocidos.”

Prisión Perpetua, Ricardo Piglia

(Fotografía: Man Ray)

15/10/06

De canciones

Fue un ofrecimiento de Clarice Baricco. Todos mis enlaces lo tienen a su disposición por si les apetece llevarlo a cabo. Para mis respuestas he empleado títulos de preciosas canciones de Manolo García. La imagen es un fragmento de la fabulosa exposición que estos días está dedicando el IVAM a la artista valenciana Elena del Rivero.


¿Eres hombre o mujer?
Niña candela

Descríbete:
Alegre como una mosca ante un pastel de bodas

¿Qué sienten las personas cerca de ti?
La sombra de una palmera

¿Cómo te sientes?
Como quien da un refresco

¿Cómo describirías tu anterior relación sentimental?
Carbón y ramas secas

Describe tu actual relación con tu novio/a o pretendiente:
Suave, suave

¿Dónde quisieras estar ahora?
En un estanque de libélulas

¿Cómo eres respecto al amor?
Serena barca

¿Cómo es tu vida?
Rosa de Alejandría

¿Qué pedirías si tuvieras sólo un deseo?
Una tarde de sol

Escribe una cita o frase famosa:
Nunca el tiempo es perdido

Ahora despídete:
Si te vienes conmigo

13/10/06

"¡Hay que dar el golpe definitivo!"

Uno de los primeros objetivos de la propaganda de la República y de las diversas organizaciones afines a ella, fue crear en las masas políticamente no definidas una motivación para la lucha. ¿Por qué luchar? ¿Contra qué y contra quiénes? Rápidamente hubo de difundirse que el fascismo era el enemigo.

Pero por otro lado, si pensamos en la urgencia de la situación, en el escaso nivel de concienciación política de los sectores que había que convencer y las limitaciones de medios para llevarla a cabo, entenderemos porqué se dieron pocas explicaciones objetivas acerca del fenómeno en cuestión, el fascismo. Éste, no se vio analizado desde el punto de vista histórico ni hacia un conocimiento profundo de sus mecanismos. Era mucho más sencillo, sobre todo si tenemos en cuenta el alto nivel de analfabetismo entre la población, el lanzar consignas sonoras y fáciles de memorizar.

Por lo dicho en el párrafo anterior se comprende la razón de identificar el fascismo con la miseria, la incultura, la destrucción y la barbarie, así como con el concepto de explotación, resultando fascistas: los grandes capitalistas, el clero y los militares de alta graduación. Estas identificaciones se producían a través de una imagen impactante y poderosa, que proporcionaba a la población una visualización de aquello contra lo que luchaba, algo en principio abstracto como era el fascismo.

En estos cuatro carteles que hemos escogido se ve ilustrado este principio de identificar el fascismo con elementos negativos, para facilitar su repulsa entre la población.

En este cartel, la bota, representante típica de la forma geográfica de la península itálica y la vez, símbolo de lo militar y bélico, quiere transmitir gráficamente la amenaza que supone la invasión fascista desde Italia. La bota repleta de militares idénticos entre sí, cargados de fusiles, y con la bandera nacional, parece querer aplastar las tierras españolas que arden en guerra como testimonian los múltiples fuegos que pueblan nuestra “piel de toro extendida”.

En este otro, con tres vívidos colores y una imagen contundente, se transmite el peligro del fascismo de forma muy efectista. Una enorme serpiente de fauces hambrientas luce en la punta de su lengua el símbolo del veneno fascista, la esvástica. Un hombre rojo, color republicano por excelencia, mantiene la serpiente inmóvil gracias a la fuerza de su pie, y se dispone a cercenar su cabeza de ojos desorbitados. Sólo así es posible acabar con el enemigo.

En la obra de arriba, perteneciente al gran cartelista valenciano Josep Renau, se vuelve a identificar el horrible invertebrado, por cuya tentación Eva y Adán recibieron la expulsión del Paraíso, con la amenaza fascista. Esta vez la serpiente se enrolla en el fusil del campesino, como impidiéndole usarlo. Además, lleva grabadas en su piel las palabras Propietario Faccioso, lo que nos lleva a pensar que se trata de la animalización del dueño de las tierras que trabaja este campesino, el cual vive subyugado en la miseria por su explotación. También prestamos atención al símbolo del trabajador, la hoz, que acompaña al hombre en su tarea bajo el sol, entre las ramas del trigo.

Este último cartel resulta muy cómico. Se representa al Generalísimo como un ser enorme con un rostro de calavera, es decir, de la Muerte. Pero sosteniendo la cola de su capa se encuentran los tres estamentos que le apoyan: La milicia, la alta burguesía y la Iglesia. Los tres hombrecillos resultan ridículos tras el gigante Franco, al que siguen fielmente.

(Extracto de mi trabajo "El cartel político: Un grito pegado en la pared" para la asignatura de Lingüística 2005/06, Filología Hispánica, Universitat de València)

3/10/06

Entremés

Señoras y caballeros, les abandono durante un tiempo para irme aquí:


Les dejo una muestra del libro que me llevo conmigo y que suele acompañarme en cuanto viaje haga, Greguerías, de Ramón Gómez de la Serna.

La gran hazaña que rondan las hormigas es meter un piano de cola en su hormiguero.

El panegírico parece alimenticio, pero no lo es.

El sábado inglés es un injerto de domingo y lunes.

Al desfundar el plátano nos saca la lengua.

Echaba el terrón con un gesto tan importante, que parecía echar una perla en el té.

El pianista se calienta los pies en los pedales.

Cuando un hombre muere, sus ideas quedan archivadas; pero se pierde la llave del archivo y el archivo.

El gallo se sacude se sacude las plumas como si sacudiese un paraguas mojado.

El viaje más barato es el del dedo sobre el mapa.

Catarro: debajo de la almohada, escondido el conejo del pañuelo.

La luna está llena de catedrales heladas.

Aquella mujer me miró como un taxi ocupado.

Cuando al ciervo le salgan rosas en el rosal de sus cuernos es que habrá llegado el día de la resurrección de la carne.

Aburrirse es besar a la muerte.

¿Dónde está el busto del arbusto?

Al sentarnos al borde de la cama, somos presidiarios reflexionando en su condena.



Me gustaría proponerles un ejercicio para realizar durante el tiempo que esté desconectada: creen ustedes mismos su propia greguería. Y si no son tan agudos (como comprobarán, parece sencillo pero no lo es) también se admiten greguerías encontradas y extraídas de otros autores, de poemas, etc. Y, por supuesto, otras del mismísimo Ramón. Un abrazo a todos y hasta el día 12 de octubre.

Fetichismo

Ver y tocar un libro es casi tan maravilloso como leerlo. La determinada presentación de un texto nos acerca o nos aleja de él. Hablemos hoy de los libros como objeto de diseño, hablemos de la imagen que las editoriales adjudican a lo que otros escriben, del modo o vehículo con que nos llega la literatura a los lectores. Porque un libro es su contenido, sí, pero para aproximarnos seducidos hacia éste, el cuidado en la forma externa, palpable, es imprescindible. ¿O no?


Mi sueño hace unos años era llegar a conseguir una estantería con todos los libros de la colección Letras Hispánicas de la editorial Cátedra. Esos libritos negros me llevaban de cabeza. Los estudios introductorios, las notas a pie de página, destilan una agradable erudición que me da confianza y seguridad. Son libros para usar, manejables, cómodos, y su estética fija los ha convertido en clásicos. Por supuesto, simétrica descripción merecen los dedicados por la misma editorial pero a las Letras Universales (éstos en blanco).


Una editorial que últimamente me enloquece (tanto por sus títulos como por su diseño) es Quaderns Crema con su serie Acantilado. Leer a Zweig o a Schnitzler en esta colección es una pasada. La tipografía y el tamaño de la letra son perfectos, el grosor del papel, la combinación de negro y un color llamativo (naranja o rojo) en la portada, esas dos primeras y últimas páginas del libro en papel negro vergueteado. Son una delicia.



Otras ediciones que también suelo comprar, tocar y ver son las de Tusquets, colección Andanzas (la de tamaño mediano, negra, con imagen grande en la portada) o la de Fabula (la típica de los cuadraditos negros y bancos, preciosa, y cómo se abre de bien...). Entre las de bolsillo, para mí, la mejor es la de Destino, el tacto de portada y contraportada es genial, aunque Alianza (con la fotito del autor en el lomo) también está a la altura. Los Compactos de Anagrama, los de colores, tampoco los desdeño.




Para poesía, sin duda, Visor. No puedo evitar que me gusten los libros negros. Además, su selección de autores es estupenda. Editan mucha poesía actual pero no olvidan a los clásicos modernos. Para arte, Taschen (que merecería un post aparte), nunca podré agradecer suficientemente al dueño de esa editorial lo que ha hecho por mí. Sus libros, de precio no asequible, sino directamente barato, han acercado el arte a miles de personas. Y me olvidaba de Lengua de Trapo, con un diseño más rompedor (el cuadrado amarillo que rodea la portada, la tipografía del título un tanto mecanicista), y unos espectaculares collages de Rafa Sañudo como ilustración en la portada.


Sé que me dejo muchas editoriales en el tintero, pero a conciencia, pues cuento con vuestra colaboración en este artículo para enriquecerlo, así que me dispongo a conocer vuestras preferencias en materia de editoriales y diseño de libros.

2/10/06

Veloz, veloz


En Formas únicas de continuidad en el espacio Boccioni da forma escultórica a la velocidad y la fuerza. La figura avanza, y sus líneas desbordan los límites del cuerpo, se rizan en banderas curvas y aerodinámicas, como moldeadas por el viento de su paso. Boccioni estuvo dos años desarrollando esas formas en pinturas, dibujos y esculturas, estudios rigurosos de la musculatura humana. El resultado es un retrato tridimensional de un cuerpo poderoso en acción.

A comienzos del siglo XX fue como si la velocidad y la fuerza inéditas de la maquinaria engendraran una energía social radical. Más tarde las nuevas tecnologías y su ideario revelarían aspectos amenazadores, pero para artistas futuristas como Boccioni fueron tremendamente tonificantes.

Innovador a ultranza, ni él mismo estuvo a la altura de su ambición. En 1912 había denostado la ambición de la escultura a “la imitación ciega y cerril de las fórmulas heredadas del pasado”, y sobre todo, al “peso oprobioso de Grecia”. Pero Formas únicas de continuidad en el espacio tiene un parecido profundo con una obra clásica de hace más de dos mil años, la Victoria de Samotracia. Allí, sin embargo, la velocidad está impresa en los paños de piedra que envuelven la figura. Aquí es el propio cuerpo lo que se remodela, como si las nuevas condiciones de la modernidad alumbraran un hombre nuevo.

1/10/06

... según Alejandra


La desesperación según Alejandra Pizarnik...

Alguien mide sollozando
la extensión del alba.
Alguien apuñala la almohada
en busca de su imposible
lugar de reposo.

El tiempo según Alejandra Pizarnik...

aún no es ahora
ahora es nunca

aún no es ahora
ahora y siempre
es nunca

La sexualidad según Alejandra Pizarnik...

una flor
no lejos de la noche
mi cuerpo mudo
se abre
a la delicada urgencia del rocío

La infancia según Alejandra Pizarnik...

Hora en que la yerba crece
en la memoria del caballo.
El viento pronuncia discursos ingenuos
en honor de las lilas,
y alguien entra en la muerte
con los ojos abiertos
como Alicia en el país de lo ya visto.

El amor según Alejandra Pizarnik...

Tú haces el silencio de las lilas que aletean
en mi tragedia del viento en el corazón.
Tú hiciste de mi vida un cuento para niños
en donde naufragios y muertes
son pretextos de ceremonias adorables.
(La fotografia es de Peter Keetman)

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